El diseño del envase para los imanes magnéticos “skyline” de The Line representa un claro ejemplo de creatividad aplicada y atención al detalle. Este proyecto requirió transformar una idea visual potente —la silueta de las ciudades— en una experiencia tangible desde el primer contacto.
El packaging fue desarrollado para optimizar la presentación y protección de cada imán, empleando un cartón de alta calidad con certificación sostenible. La estructura auto-montable integra una ventana frontal que destaca la silueta de la ciudad, creando un efecto visual que invita a descubrir el producto sin necesidad de abrir la caja.
La gráfica exterior mantiene una línea minimalista y elegante, acorde con el espíritu contemporáneo de The Line.


Se utilizó una paleta sobria y tipografías limpias para resaltar el protagonismo del skyline, facilitando, a su vez, su reconocimiento en el punto de venta. Además, el sistema interior está diseñado para sujetar firmemente el imán evitando cualquier desplazamiento o daño durante el transporte, asegurando que el producto llegue siempre en condiciones óptimas.
Este envase es un ejemplo de cómo en Milenio damos valor añadido a cada proyecto, fusionando funcionalidad, innovación y estética para crear soluciones diferenciadoras y memorables para el cliente y el consumidor final.

